La toxoplasmosis en gatos es una enfermedad que no debes tomar a la ligera, siendo un padecimiento al que tu felino puede estar expuesta fácilmente. Y que, además, puede poner en riesgo a otros integrantes de tu familia.
Por ello, y al ser la toxoplasmosis tan común en los gatos, es importante que conozcas sus síntomas, cómo es tratada y, por supuesto, como prevenirla.
Se trata de una enfermedad que es causada por un parásito, el Toxoplasma Gondii, y es conocida por ser una zoonosis. Es decir, que es una afección que puede ser transmitida a los humanos desde un huésped animal.
Sin embargo, esta suele considerarse como un parásito del gato, ya que son estos los únicos que pueden eliminar o expulsar al invasor a través de sus heces. Conociéndose como el huésped definitivo.
Esto no quiere decir que otros animales no sean portadores, pero la presencia del mismo se da en forma de quistes en los músculos.
Una de las principales características de la toxoplasmosis es que puede presentarse de manera asintomática. ¿Qué quiere decir esto? Que tu mascota puede estar padeciéndola, pero sin mostrar signos de alarma o incluso con síntomas leves similares a los de un resfriado común.
En otros casos puede que tu gato sí tenga síntomas, y estos dependerán del ciclo en el que se ubique el parásito. Algunos de estos son:
Diarrea, vómito y fiebre en casos leves; mientras que la disnea, apatía y la ictericia, así como el dolor muscular o la cojera son señales más graves.
Por suerte, la toxoplasmosis en gatos puede diagnosticarse. Para ello, es importante estar atento a tu minino y, si este presenta algún síntoma, acudir inmediatamente al veterinario.
En caso de que no haya sintomatología, pero creas que ha podido contagiarse mediante el consumo de carne o agua contaminada, así como de madre a hijo, también debes asistir al especialista. Este último valorará a tu mascota y, de ser necesario, pedirá aplicar las pruebas pertinentes para comprobarlo.
Es importante que sepas que el Toxoplasma Gondii no puede eliminarse completamente, pero los síntomas sí pueden tratarse. Puesto que el mismo cumple un ciclo dentro del animal doméstico.
De hecho, un gato contagiado por el este solo liberará al parásito por sus deposiciones un determinado tiempo (suelen ser unas semanas). Luego de esto, aunque el minino vuelva a contagiarse, no efectuará la liberación.
Existen distintos tratamientos recomendados, pero es imprescindible no automedicar a tu mascota y seguir las instrucciones y prescripciones de tu veterinario de confianza.
La mejor manera de evitar que la toxoplasmosis en gatos afecte a tu mascota es controlando su alimentación. Ya que, por ejemplo, aquellos mininos que tienden a alimentarse en zonas rurales, cazando animales como ratones o aves, son más propensos a contagiarse.
Procura no alimentarlo con carnes crudas, así como extremar las medidas de higiene dentro de tu hogar. No manipules sus deposiciones sin guantes y siempre mantén tus manos limpias.
Y recuerda, si crees que tu gato puede estar sufriendo a causa de la toxoplasmosis, acude inmediatamente a tu veterinario.
En nuestro centro veterinario en Alcázares (Murcia) tu mascota disfrutará de la mejor atención veterinaria fruto de nuestros años de experiencia y alta cualificación. ¡Deja a tu mascota en las mejores manos!